Estamos en una sociedad donde parece normal tener ansiedad…y esto no puede ser normal.
La ansiedad es una emoción base en los seres humanos que siempre estará ahí. Y en las personas experimentamos dos tipos de ansiedades.
Una de ellas es la ansiedad que compartimos con la que experimentan los animales. Esa que activa nuestro cuerpo ante un peligro real y que nos prepara para actuar.
Y luego la otra, es una ansiedad que bloquea a la persona que la padece. Esta ansiedad es aquella que anticipa una situación futura en la que nos percibimos sin recursos. A diferencia de la otra, aquí el peligro no es real, aquí el peligro sólo está en nuestra cabeza, en nuestros pensamientos.
Esta segunda ansiedad realmente es adaptativa, ya que nos está avisando que hay algo en nuestra vida que no va bien y que, algo debemos modificar. Pero como no nos han enseñado a gestionar las emociones pasamos de ella y un día, la ansiedad decide pararnos y decir basta!
Quien padece ansiedad vive con una inquietud constante, angustia, en alerta y con un miedo al miedo.
Como decíamos antes, la ansiedad es una emoción base del ser humano, que siempre estará con nosotros.
Por eso nuestro trabajo, es enseñar a las personas a relacionarse con la ansiedad de otra manera, viéndola como aliada, viéndola sin miedo y utilizándola a su favor y dándole herramientas para su gestión cuando aparezca.